Recientemente puede haber detectado una diferencia en el comportamiento de su perro. El animal feliz y sano que conocía parece que se ha ralentizado. Puede pensar que es sólo que se hace mayor pero también podría ser un síndrome de Cushing. Como los signos más notables de un síndrome de Cushing son similares a los asociados con el envejecimiento puede ser difícil de diagnosticar y luego monitorizar.
Los signos más destacados del síndrome de Cushing son: